jueves, 10 de noviembre de 2011

Adiós octubre.

Hace ya bastantes días que afortunadamente despedimos el mes de octubre de 2011.

Digo afortunadamente, porque desde el punto de vista del mundo informático se han perdido tres grandes genios a saber: Steve Jobs (24/2/1955-5/10/2011), Denis Ritchie (9/9/1941-12/10/2011) y John McCarthy (4/9/27-24/10/2011).

De Jobs poco más que decir que no se haya escrito ya. Considerado por muchos como un visionario, las presentaciones de sus productos generaban una espectación más propia de una estrella de la música que del primer ejecutivo de una compañía. Su verdadera contribución a la Humanidad fue el de juntar tecnologías ya existentes para dar como resultado un producto completamente novedoso.
Cuando Apple lanzó su Ipod, ya existían reproductores de MP3. La novedad vino de lanzar la tienda Itunes en el que se podían adquirir temas musicales individuales (no todo un cd) fácilmente y a un módico coste.
Cuando lanzó el Iphone, ya existían teléfonos inteligentes. Pero Apple creó todo un ecosistema de aplicaciones y contenidos multimedia a un click de distancia y por poco dinero e incluso gratuitos.
El último gran producto ha sido el Ipad con el que repitió los éxitos anteriores.

Más importantes fueron las contribuciones de Ritchie y de McCarthy a los fundamentos de la Informática.

Ritchie fue el creador del lenguaje de programación C y cocreador junto a Ken Thompson del sistema operativo Unix. También fue el coautor junto a Brian Kernighan del manual El lenguaje de programación C.

Por su parte McCarthy aportó importantes contribuciones en el campo de la Inteligencia Artificial. De hecho fue quién acuñó el término "inteligencia artificial" en la Conferencia de Dartmouth en 1956.
También inventó el lenguaje de programación Lisp, muy utilizado el el campo de la Inteligencia Artificial. Fundó los respectivos laboratorios de inteligencia artificial del MIT ( junto con Marvin Minsky) y de la Universidad de Stanford. También se le considera un visionario al sugerir ya en 1961 que en el futuro podrían venderse ciclos de procesador y aplicaciones específicas como servicio (lo que hoy llamamos el cloud computing).

Gracias a los tres por sus contribuciones.